Las placas automotrices manifiestan públicamente la legalidad, propiedad y origen del vehículo que las porta, es decir, son consideradas un documento público en Colombia.
En 1919 se empezaron a ver placas de tres cifras y para la década siguiente tenían cuatro dígitos, como consecuencia de la cantidad de importaciones de vehículos al país.
Inicialmente, las placas estaban a cargo del municipio o ciudad debido a la dificultad de comunicación entre ellas, por esto es que cada lugar manejaba códigos distintos para su fabricación en cuanto a color, enumeración y formatos.
A mitad de los años 50 apareció la placa a nivel nacional, además de que empezaban con una letra seguida de 5 números, colocando el lugar en la mitad del año de expedición y vencimiento
Las placas de color azul eran para los carros particulares y las marrones para el servicio público.
También empezaron a marcarse los espejos de los vidrios con la placa para prevenir robos, los cuales ya eran comunes.
Para mediados de los años 60 volvió la placa con una letra inicial y 4 números distribuidos en pares, aunque este formato duró pocos años.
Para el 67 las placas evolucionaron, las departamentales tenían una letra y las municipales 2, los números se colocaban por parejas dividido por guiones y volvieron a colocar el año de expedición con el de vencimiento a cada lado del departamento o ciudad.
Las placas amarillas estaban destinadas a los carros particulares, mientras que para los públicos eran de fondo blanco o azul celeste con textos en azul oscuro. Para los carros oficiales de las nacientes instituciones descentralizadas como alcaldías y gobernaciones, el fondo era negro con texto amarillo, mientras que los de misión diplomática o consular iban en fondo verde con texto amarillo. Estas duraron hasta 1972
Del 72 al 88 las placas se distinguían por ser de matrícula negra y texto en blanco con dos letras (una sobre la otra, a la izquierda), el número de cuatro dígitos arriba, y el nombre de “COLOMBIA” en la parte inferior.
para servicio público de fondo vino tinto instaladas en los característicos taxis negros de esos años yen el naciente servicio de busetas, las placas para carros oficiales que heredaron los textos en amarillo sobre fondo negro, con la letra O de “Oficial” como prefijo, y las placas azules con texto blanco para los diplomáticos, casi siempre con las letras YT o CD
A principios de los 80surgieron las placas de los remolques que hoy en día siguen vigentes con placas verdes con la letra R como prefijo, un número de cinco cifras y la denominación nacional, todo en texto blanco. Estas placas también se han visto en remolques de motos o de vehículos livianos.
Pero en el 88, por iniciativa del gobierno y debido a la insuficiencia de nomenclaturas, se decidió arrancar de ceros y con una lógica numérica diferente. Con el cambio de nomenclatura, ahora de tres letras y tres números, se aumentó infinitamente el cupo para placas nuevas.
Cuando arrancaron las nuevas placas, se le asignó a cada ciudad las letras que, fonéticamente, coincidieran con el nombre de la ciudad, de ahí que BO correspondiera a Bogotá o CA a Cali, por ejemplo. Hay que aclarar, sin embargo, que hoy las letras se han ido mezclando y ya no suenan a la ciudad ala cual pertenece el vehículo, gracias a que el usuario tiene la posibilidad de cambiar la cuenta de su carro, de un municipio a otro. Por eso no es raro encontrar una placa BOG300 perteneciente a Cali, o una IBG512 de Bogotá.
si las placas se pierden o son retenidas ilegalmente luego de un accidente de pérdida total, el dueño del vehículo está obligado a denunciar esa pérdida ante las autoridades pertinentes, tal como sucede cuando desaparece la cédula de ciudadanía y son solo las autoridades respectivas las autorizadas para fabricar y expedir placas, por sus características de seguridad física y legal.
Las placas actuales están escritas horizontalmente y llaman más la atención por su color, pero también porque son reflectivas y fáciles de leer de noche.
Se coloca el nombre del municipio en donde el auto esta matriculado en vez del nombre Colombia, ya que es más fácil hacerle seguimiento inmediato a un vehículo sospechoso si se sabe en el acto el sitio en donde está matriculado.
El material con el cual están hechas las placas, fue adoptado con el único fin de frenar actos delincuenciales, como el gemeleo, que con las anteriores era muy frecuente.
Las nuevas placas poseen además un sello de seguridad con el logotipo del Intra, que las autoridades revisan cuidadosamente cuando detienen a un sospechoso, el cual es casi imposible de clonar.